Una diseñadora de moda, una constructora de puentes.
Romana de padre italiano con madre haitiana.
Representa un punto de intersección entre dos culturas aparentemente opuestas.
Mediante un destilado cultural y un proyecto de fecundación transfronteriza narra, a través de la moda, lo que entiende como una herramienta y no únicamente como un punto de aterrizaje estético.
La moda es un poderoso megáfono internacional que permite que la belleza se haga un camino en el espectador, un camino que, para ella, se transforma en un canal de contaminación integracionista.
Una colección es más que la suma de sus prendas; la ropa puede hablar más fuerte y de manera más incisiva que muchas palabras, logrando de alguna manera encender el tejido cultural. El multiculturalismo es la puerta de entrada al desarrollo social.
«El encuentro de culturas, y la relativa inclusión, es una elección irreversible hasta el día de hoy. El punto en el que podíamos decidir si tratar o no con otros diferentes a nosotros, ya pasó; los demás ya forman parte de nosotros.»
«Soy un ejemplo y creo que está claro que soy irreversible.»
LABORATORIO DELLE NAZIONI®
MODELO DE NEGOCIO Y PLATAFORMA DE DESARROLLO SOSTENIBLE
La colección de Stella Jean se centra en un estándar de sostenibilidad y multiculturalidad aplicado a la industria de la moda.
Busca reconocer el potencial de la moda, como actividad cultural, para brindar importantes oportunidades de trabajo decente a hombres y mujeres de todo el mundo.
Tiene un gran impacto en la reducción de la pobreza y contribuye al desarrollo, que es ante todo humano, inclusivo y justo.
Modelo de Negocio y Plataforma de Desarrollo Sostenible en 7 pasos:
PUENTE CULTURAL
Cada colección SJ es el resultado de la construcción de un puente cultural entre el diseño italiano y los artesanos de un país en desarrollo en cada temporada diferente, o de bajos ingresos, como Perú, Haití, Burkina Faso, Malí y otros en América del Sur, África y Asia.
Stella sale al campo en misión, y después de un primer período de encuentro e investigación de las diversas habilidades indígenas, muchas de las cuales están en extinción, estudia junto con artesanos locales, cómo desarrollar un producto moda-textil-accesorio combinando el anfitrión la artesanía tradicional del país con el reconocido diseño y savoir-faire italiano.
Nada de ellos sin ellos, un intercambio de saberes, cuya reactivación genera en las poblaciones locales un sentimiento de autosuficiencia, derivado de la creación directa de empleo, negocios y formación relacionada con estas competencias y recursos culturales recuperados.
Esta actividad tiene el objetivo local de oponerse a un asistencialismo que hasta ahora ha demostrado ser ineficaz. Es un objetivo de contaminación integracionista, que promueve un cruce cultural en el que nunca se negocia la identidad para crear un trabajo que no sea caritativo, sino serio, propositivo e implicado.
Se trata de una cooperación internacional que tiene como objetivo promover el patrimonio cultural como facilitador y motor del desarrollo sostenible. A pesar de los miles de kilómetros de distancia que puedan existir entre ellas, innumerables manos de mujeres artesanas de diferentes países trabajan juntas en un Laboratorio Ideal de Naciones, con el objetivo común de cuidar y preservar un patrimonio cultural mundial en peligro de extinción, con el sentido de impregnar el la dignidad del trabajo como elemento indispensable en cualquier latitud. Al hacerlo, estas mujeres están construyendo su propia autonomía económica, preservando sus propias tradiciones y, al mismo tiempo, ganando un pequeño asiento en la mesa del mercado global.
Esta declaración de misión es una declaración voluntaria, que tiene una singularidad que se revela como un reflejo del ADN multicultural personal de la diseñadora, traducido en su estilo característico, así como en un modelo de negocio de desarrollo sostenible.
